lunes, 18 de diciembre de 2017

27. Soneto, de Miguel Hernández


Tengo estos huesos hechos a las penas
y a las cavilaciones estas sienes:
pena que vas, cavilación que vienes
como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,
voy en este naufragio de vaivenes
por una noche oscura de sartenes
redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro,
si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio
de que ni en ti siquiera habré seguro,
voy entre pena y pena sonriendo.


Miguel Hernández (1910-1942)


Poema sugerido por Manuel Díaz (Dpto. Lengua y Literatura)

lunes, 11 de diciembre de 2017

26. Desde los afectos. Mario Benedetti

DESDE LOS AFECTOS
Mario Benedetti

Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? 
Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida..
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...

Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?


Poema sugerido por María Ruiz (Dpto. Lengua y Literatura)

domingo, 26 de noviembre de 2017

25. Yo no soy yo, de Juan Ramón Jiménez

A mis queridos compañeros
Adela Oliver Fuentes


YO NO SOY YO

Yo no soy yo.

Juan Ramón Jiménez
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo; 
que, a veces, voy a ver, 
y que, a veces, olvido. 

El que calla, sereno, cuando hablo, 
el que perdona, dulce, cuando odio, 
el que pasea por donde no estoy, 
el que quedará en pié cuando yo muera.




lunes, 20 de noviembre de 2017

24. Promesas rotas. Canción inglesa del s. VIII, anónima

PROMESAS ROTAS

Cuando voy a solas al Pozo de la Soledad
me siento allí y sufro mi dolor;
cuando veo el mundo y no veo a mi amado
mi dolor es inmenso.

Fue anoche cuando el perro hablaba de tí.
Eres tú el pájaro solitario que recorre los bosques.
De tí hablaba la lechuza en su profunda marisma.

Me prometiste y me dijiste una mentira:
que vendrías adonde las ovejas se juntan;
te lancé un silbido y trescientas voces
y solo encontré allí un corte balando.

Me prometiste algo que para tí era difícil:
un barco de oro bajo un mástil de plata.
Doce villas cada una con su mercado
y un magnífico patio blanco a la orilla del mar.

Me prometiste algo que no es posible:
que me regalarías guantes de piel de pez,
que me regalarías zapatos de piel de pájaro
y un vestido de la seda más cara de Irlanda.

Mi madre me ha dicho que no te hable hoy,
ni mañana, ni el domingo tampoco;
pero era ya demasiado tarde:
fue como cerrar la puerta tras el robo en la casa.

Mi corazón está tan negro como el negror del endrino,
o como el carbón del herrero en la fragua,
o como la suela de un zapato que holló salas blancas;
fuste tú quien cubrió mi vida de esa oscuridad.

Tú me has arrebato el este; me has arrebatado el oeste;
me has quitado lo que está ante mí y lo que está tras de mí;
tú me has quitado la luna; me has quitado el sol.
Tú me has quitado a Dios.

          Canción inglesa del s. VIII. Traducción de Javier Marías

Sugerido por Benicia Reyes, en recuerdo de su compañera de instituto Mª Victoria Prieto, que tanto insistió en la autoría de las mujeres en las cancioncillas líricas medievales en Europa.

Recitado en el último encuentro de profesores jubilados del Instituto Padre Suárez

lunes, 13 de noviembre de 2017

24. Se equivocó la paloma, de Rafael Alberti

Rafael Alberti
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.

Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.

Creó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.

Que las estrellas, rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.

Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.

(Ella se durmió en la orilla.
Tú en la cumbre de una rama). 

Entre el clavel y la espada, 1941
Rafael Alberti


Poema sugerido por Salvador Fenoll (Dpto. Geografía e Historia)

lunes, 6 de noviembre de 2017

23. El oficio del poeta, de José Agustín Goytisolo

EL OFICIO DEL POETA

José Agustín Goytisolo
Contemplar las palabras 
sobre el papel escritas, 
medirlas, sopesar 
su cuerpo en el conjunto 
del poema, y después, 
igual que un artesano, 
separarse a mirar 
cómo la luz emerge 
de la sutil textura.

Así es el viejo oficio 
del poeta, que comienza 
en la idea, en el soplo 
sobre el polvo infinito 
de la memoria, sobre 
la experiencia vivida, 
la historia, los deseos, 
las pasiones del hombre.

La materia del canto 
nos lo ha ofrecido el pueblo 
con su voz. Devolvamos 
las palabras reunidas 
a su auténtico dueño

          José Agustín Goytisolo




  Poema sugerido por María Ruiz  (Dpto. Lengua y Literatura)

lunes, 30 de octubre de 2017

22. Coplas de Don Jorge Manrique por la muerte de su padre

En estas fechas de santos y difuntos, un clásico sobre la condición humana y la muerte (1477)

I

Recuerde el alma dormida, 
   Jorge Manrique
avive el seso e despierte 
contemplando 
cómo se passa la vida, 
cómo se viene la muerte 
tan callando; 
cuán presto se va el plazer, 
cómo, después de acordado, 
da dolor; 
cómo, a nuestro parescer, 
cualquiere tiempo passado 
fue mejor.
   
II

Pues si vemos lo presente 
cómo en un punto s'es ido 
e acabado, 
si juzgamos sabiamente, 
daremos lo non venido 
por passado. 
Non se engañe nadi, no, 
pensando que ha de durar 
lo que espera 
más que duró lo que vio, 
pues que todo ha de passar 
por tal manera.
                   
III

Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar en la mar, 
qu'es el morir; 
allí van los señoríos 
derechos a se acabar 
e consumir; 
allí los ríos caudales, 
allí los otros medianos 
e más chicos, 
allegados, son iguales 
los que viven por sus manos 
e los ricos.

XL

Assí, con tal entender, 
todos sentidos humanos 
conservados, 
cercado de su mujer 
y de sus hijos e hermanos 
e criados, 
dio el alma a quien gela dio 
(el cual la ponga en el cielo 
en su gloria), 
que aunque la vida perdió, 
dexónos harto consuelo 

su memoria.

        
             Poema sugerido por María Ruiz  (Dpto. Lengua y Literatura)

lunes, 23 de octubre de 2017

21. Noche triste de octubre, 1959

NOCHE TRISTE DE OCTUBRE, 1959
A Juan Marsé

Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.
Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.

En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.

Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno.

Mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,
árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.

Jaime Gil de Biedma, del libro Moralidades.

ElPais.com, 13 oct 2017

Poema sugerido por Manuel Diaz  (Dpto. Lengua y Literatura)

lunes, 16 de octubre de 2017

20. El peso feliz de los deseos

https://www.poemas-del-alma.com/justo-navarro.htmEl disc jockey dijo en la radio 
que la vida tiene que ser estéreo todos los días, 
y así puso el oyente deseo por deseo
en un plato de la balanza, 
y en el otro el mundo, 
y parecíael mundo no pesar, 
insustancial, 
nada en comparación
con el peso feliz de los deseos.


Justo NAVARRO

Poema sugerido por María Ruiz  (Dpto. Lengua y Literatura)